Sólo faltan dos cosas por empacar
Fuimos todo, no me alcanzan las palabras para ponerlo en papel, pero fue una historia muy linda, de mi parte sólo he decidido quedarme con lo bueno, con las memorias de cuando éramos sólo tú y yo, cuando teníamos FE, ambos sabemos cómo terminó la cosa, así que no tiene sentido manchar estas páginas con el odio y rencor acumulado.
El invierno se acerca, ya no hay abrazos para calentarnos mutuamente, en esta época del año es cuando más se siente tu ausencia.
Intentamos ser amigos, no funcionó, supongo que después de ser tanto ninguno de los dos supo lidiar con la realidad, ni yo soy el Edgar de esos tiempos ni tú eres la Frida que escribió en este cuadernillo.
Al final cada uno siguió con su camino, me costó entenderlo, pero la mejor manera de expresar el cariño que tengo por ti es mantenerme al margen de tu vida, al final terminé comprobando eso de que el tiempo cura.
Da la casualidad de que la última vez que me crucé contigo, por causas ajenas a mí, no nos saludamos, qué vueltas tan jodidas da la vida.
Sigo teniendo la loción de tu padre que me regalaste, no sé bien qué hacer con ella, a veces pienso en guardarla junto a todas las fotos, otras veces en rociarla sobre esa caja y prenderle fuego, realmente no tengo prisa por hacer alguna de las dos cosas.
Ya no hablamos, quizá nunca volvamos a hacerlo, ¿qué más da?, ya he dicho todo lo que tenía que decir excepto que, a pesar de todo, te quiero.
No malinterpretes mis palabras, no te quiero aquí conmigo, ni siquiera te quiero conmigo, pero te quiero, y siempre voy a desear que cumplas tus sueños.
Jamás habría pensado que iba a volver a adoptar algunos vicios, sin embargo, cuando te fuiste les abrí la puerta, debo de aceptar que en algún punto dejé que me dominaran, pero ya he convivido más con ellos y los he controlado, me he puesto borracho varias veces, pero jamás he marcado tu número, el cual, por cierto, sigo sabiendo de memoria, me pregunto si tú recuerdas el mío.
Escribo para dar final a nuestra historia, porque, quizá tú diste vuelta a la página en cuestión de semanas, pero yo no fui capaz de hacerlo hasta ahora, y quizá esa es la razón por la cual hasta hoy me he decidido a dar por concluido el capítulo de mi vida que más me ha marcado, a lo largo de esta historia aprendí lo que es ser feliz y también aprendí lo que es la depresión, de todo se aprende, supongo.
Gracias a ti existe "Suicidio Mental", mi playlist favorita, así que no todas las secuelas fueron malas.
No me perdono del todo que jamás me perdonaras, pero ya he aprendido a no darle vueltas al asunto, ya sólo me esfuerzo por mirar hacia adelante, pues quedarme estancado en el ayer no sirve de nada.
Ha pasado ya más de un año desde que terminamos, y este libro termina como comenzó, con un Edgar en busca del amor.
Gracias por todo Frida Eichner Manzano, espero que seas muy feliz, gracias por ser mi musa, es tiempo de que te deje ir.
Si algún día quieres beber algo o necesitas alguien en quién confiar... Conoces mi número.
-Con cariño, EMZA.
Este es el final, dejo algunas cuantas páginas por si algún día tú quieres dar unas últimas palabras.
Fue un placer.
-EMZA.
"Te quiero, pero puedo quererte sin tenerte."